¿EXISTE DIOS?
“Toda persona que de veras tiene interés en perseguir la investigación científica llega a convencerse que hay un espíritu que se manifiesta en las leyes del Universo —un espíritu sumamente superior al del hombre, y uno ante el cual nosotros con nuestros poderes modestos tenemos que sentirnos humildes.” – Alberto Einstein
¿Alguna vez has mirado a los cielos durante la noche—o has sentido a un pequeño bebé asirse de tu dedo—o has sido inundado por la admiración? El mundo está lleno de maravillas a dondequiera que miremos.
Las maravillas de la naturaleza
¿Quién hizo todo lo que existe? ¿Es producto de la casualidad…o de veras existe un Dios que, como dice la Biblia, “creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1)?
¿Alguien puede realmente negarlo? Si dices que Dios no existe, entonces todas las maravillas que te rodean son nada más que un accidente. Los billones de estrellas en el firmamento de pura casualidad se hicieron a sí mismas, generan su propio poder, y se mantienen en su recorrido. De pura casualidad la Tierra tiene una capa superior de suelo sin la cual nada puede crecer. El aire que respiramos—sólo tiene 50 millas de espesor y la composición exacta para sostener la vida—es meramente otro accidente en las “leyes de la física”.
¿Los depósitos de carbón mineral, cinc y uranio aparecieron por accidente? ¿Y qué impide que los lagos se congelen completamente—hasta el punto más profundo—haciendo que sea imposible que los peces sobrevivan los inviernos gélidos? ¿Por qué gira la Tierra a una velocidad establecida que nunca se atrasa para que tengamos día y noche? ¿Quién la inclina para que haya estaciones? Nadie sabe a ciencia cierta el por qué ni el cómo de los polos magnéticos. O piensa en el sol alimentando un fuego que produce un calor suficiente para sostenernos sobre la Tierra, pero no está demasiado cercano para freírnos ni demasiado alejado para congelarnos. ¿Quién mantiene invariable las cosas?
¿Puedes creer que estas cosas son el resultado de la pura casualidad? ¿No es más razonable creer que una mente suprema haya programado todas ellas y todo lo que existe?
El maravilloso cuerpo humano
¿Y qué del cuerpo humano? Es una combinación intrincada de huesos, músculos, nervios y vasos sanguíneos. Para 2020 los científicos esperan tener una súper computadora que pueda competir con el cerebro adulto que pesa un promedio de tres libras, pero no será fácil. En 2007 unos científicos fabricaron una súper computadora que costó 30 millones de dólares y que requiere un presupuesto de 29 millones de dólares para mantenerla. ¡Contiene el cinco por ciento de la capacidad de calcular del cerebro humano!
Los riñones contienen unas 145 millas de tubitos. En un día filtran aproximadamente 50 galones de sangre, extractando hasta medio galón de agua e impurezas. Entonces podemos considerar el corazón, un órgano increíblemente robusto—una bomba de cuatro ventrículos y cuatro válvulas que cada día bombea el equivalente de 2,000 galones de sangre. Suministra un sistema circulatorio que tiene 100,000 millas de vasos y, en la duración de una vida, ¡palpita dos y medio billones de veces (108,000 veces cada día)!
Antes de decir, “No hay Dios”, medita en esas maravillas. Toda la creación da evidencias que existe un Dios que todo lo creó. Y puesto que la Biblia dice que el Hijo de Dios, Jesús, creó todas las cosas y las sigue sosteniendo (Colosenses 1:16-17; Hebreos 1:3), entonces nos toca determinar cómo nos afecta la vida de Jesús.
El Creador entra en su creación
Nuestro Creador vino a la Tierra para realizar la misión de cambiar el desastre en victoria. La Biblia dice que estamos “muertos en…transgresiones y pecados” y “alejados de la vida que proviene de Dios” (Efesios 2:1; 4:18). Así como el cuerpo sin la vida física está físicamente muerto, asimismo cualquier persona que está separada de Dios está espiritualmente muerta. De manera que necesitamos que Dios perdone nuestros pecados y nos dé la liberación del castigo que acarrean, que es la muerte espiritual—la separación eterna de Dios en el infierno. Todos nosotros necesitamos tener la relación correcta con Dios.
Por eso Dios envió a Jesús a la Tierra. La Biblia nos dice: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eternal” (Juan 3:16). ¡Jesús, de su propia voluntad, pagó el precio máximo para salvarnos de las consecuencias de nuestros pecados!
Por su muerte en la cruz, Jesús, que jamás pecó, pagó la deuda de nuestros pecados que nosotros jamás pudiéramos pagar. Y su resurrección tres días después comprobó que lo que había afirmado era verdad: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera” (Juan 11:25).
Esa vida eterna será tuya si confiesas a Dios que eres pecador y crees en tu corazón que Jesús es la única provisión para lograr el perdón. Si ese es el deseo de tu corazón, ¡díselo!
Puedes orar al Señor usando palabras semejantes a éstas: “Amado Dios, creo que tú eres real. Creo que tu Hijo, Jesús, por causa de mis pecados contra ti, vino al mundo y murió en mi lugar. Te doy gracias que resucitó de entre los muertos. Quiero que me des tu perdón y deposito mi confianza totalmente en ti por ahora y la eternidad. Amén.”
Cuando conoces a Dios personalmente, descubrirás que las maravillas de su creación y el amor que tiene por ti llegarán a ser ¡aun más admirables!
Todas las citas bíblicas se toman de la Nueva Versión Internacional: NVI