—¿Es necesario que me convierta en protestante?
—De ninguna manera. Yo no perdería el tiempo procurando convertirlo al protestantismo para que se salve.
—Soy católico romano y tengo un amigo que es pentecostal. Tal vez usted crea que una de esas religiones nos puede salvar.
—Le puedo asegurar que no es así.
—Pero usted es protestante. Me resulta difícil entenderlo. ¿Entonces usted piensa que el protestantismo tampoco puede salvar?
—¡Claro que no puede! Nadie puede salvarse por practicar ninguna religión, sea protestante o católica, sino sólo por medio de una fe personal en el Señor Jesucristo, el único Hijo de Dios.
—¿Cómo podemos estar seguros de eso?
—Leamos lo que enseña la Biblia acerca de Cristo: “La salvación no se encuentra en ningún otro, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres por el cual podamos ser salvos” (Hechos 4:12). “Lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). Jesucristo mismo dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por medio de mí” (Juan 14:6).
—¿Entonces qué debo hacer?
—“Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” (Romanos 10:13). “A todos los que lo recibieron, a los que creyeron en su nombre, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios” (Juan 1:12).
—Pero ¿me recibirá Cristo a mí?
—Cristo dijo: “Al que viene a mí, no lo rechazaré” (Juan 6:37). Él lo ama tanto que hasta murió por usted. Cargó con los pecados de usted en la cruz del Calvario. Acéptelo. Confíe completamente en su muerte redentora en lugar de usted. Recíbalo ahora mismo como su Salvador. Él se compadecerá de usted y perdonará todos sus pecados.
—Ahora creo que Cristo murió por mí; pero ¿qué debo hacer para recibirlo como mi Salvador?
—Esta es una de las maneras en que puede orar: “Señor, sé que he pecado y que necesito tu perdón. Creo que moriste por mí y que resucitaste de entre los muertos. Te invito a entrar en mi vida para que seas mi Señor y Salvador.” ¿Quiere usted recibir a Cristo hoy mismo?
—¡Sí! ¡Quiero recibirlo!
—“Porque es por gracia que ustedes han sido salvados, por medio de la fe esto no de parte de ustedes, sino que es don de Dios, no por obras, para que nadie pueda jactarse” (Efesios 2:8-9).
Usted también puede estar seguro de ser salvo si pone toda su confianza en Jesucristo.
Crea “Crea en el Señor Jesús, y será salvo” (Hechos 16:31).
Confiese sus pecados a Cristo “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).
Confiese a Cristo ante los demás “Si confiesas con tu boca: ‘Jesús es Señor,’ y crees en el corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9).